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jueves, noviembre 14, 2024

CHILE EN BUSCA DE UNA SALIDA POLÍTICA. EL FRENTE PLURAL DE LA DIVERSIDAD por Leonardo Ogaz

CHILE EN BUSCA DE UNA SALIDA POLÍTICA. EL FRENTE PLURAL DE LA DIVERSIDAD

Leonardo Ogaz A.

La movilización estudiantil ha sido tan potente que junto con poner en crisis al gobierno y al conjunto del sistema político ha cambiado el escenario político.

Ahora la rebelión estudiantil logró de alguna manera agregar al conjunto de aspiraciones de los movimientos sociales que se habían venido manifestando con fuerza en los meses previos al inicio de la gran huelga estudiantil, una demanda como el fin del abuso mercantil en la educación y la gratuidad de la enseñanza que se entroncaba con un cuestionamiento al conjunto del sistema político dejado por la dictadura, por tanto ese acometimiento de algún modo, se vinculó al combate  permanente del pueblo mapuche, a la potente movilización ecologista, sin olvidar la justa batalla de las diversidades sexuales, así como las huelgas de los trabajadores y un sin número de demandas ciudadanas.

El tema de la educación ha concitado tras de sí  un amplio apoyo ciudadano, las últimas encuestas hablan de un 90% de apoyo, y el gobierno ha fracasado rotundamente en sus mañosas tácticas en que ha jugado con la hipocresía, la represión, los intentos de división, el desgaste, y el desprestigio.

Ha quedado de manifiesto que el rechazo además no es solo al gobierno sino también a la oposición concertacionista que de algún modo se hizo cómplice contribuyendo a perfeccionar el modelo educacional dejado por la dictadura pinochetista. Las ministras de educación de los gobiernos de la concertación  Mónica Jiménez y Mariana Aylwin también se comprometieron en el asunto del lucro en la educación.

El asunto es que esta rebelión estudiantil ha hecho estallar contradicciones en ambas alianzas políticas  que se han repartido alegremente el poder durante más de 20 años. Durante todo ese tiempo funcionó un pacto que sobre la lógica neoliberal generó toda una estructura de abusos contra la gente. Ante esta situación surgen diversas opciones para reacomodarse a la situación: el gobierno tiene serias dificultades para resolver la crisis, tanto por su ethos ideológico como por los conflictos de intereses, ya que ellos están metidos en el fango de los  negocios en la educación hasta el cuello. Dentro de su bloque surgen serias divergencias entre los “negociadores” y “los duros”, estos últimos critican al gobierno de debilidad al no ejercer el peso de la autoridad y la represión.

Es necesario tener presente que el gobierno que carece de apoyo ciudadano, las últimas encuestas lo sitúan  entre un 19 y un 22% el más bajo nivel de todos los presidentes en la últimas décadas lo que lo pone en una clara situación de ingobernabilidad, como lo señala alarmado Carlos Huneeus director del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea CERC.

Algunos en la Concertación por la Democracia que vive también su peor momento, solo tienen el 17% de aceptación entre la ciudadanía,  insisten en mantener su opción con algunos retoques, sobre todo el conservador bloque Democracia Cristiana/Partido Socialista, en la esperanza que el torrente pase pronto y la institucionalidad dominante se restablezca para enarbolar a la única figura que queda con un poco de prestigio que es  Michelle Bachelet y así retomar las riendas del poder en las próximas elecciones. Trabajan en la lógica gatopardista de promover algunos cambios constitucionales para que nada esencial cambie.

El otro eje concertacionista PPD/ Partido Radical más sensible a la protesta social piensan en reinventarse, refundarse ampliarse hacerse “autocríticas” y poder canalizar de esta manera al  movimiento social. Piensan que el ciclo de la Concertación anterior ha terminado y que es necesario envolverse con otros ropajes. Es un gatopardismo más radical.

La  crisis política es profunda  es una crisis de representación la gente no les cree, ni se siente representada en los bloques políticos existentes, estos trabajan con la esperanza reaccionaria de que suceda lo que ocurrió después del mayo del 68, que la gente cansada de tanto desorden,  busque el orden en los partidos tradicionales, hasta ahora esos anhelos retardatarios han sido desmentidos y 5 meses de movilización estudiantil no ha significado un desgaste mayor.

Ahora el movimiento social tiene una magnífica oportunidad romper con el actual binominalismo y plantearse por sí mismo y en ruptura con los bloques dominantes una tercera opción, un frente plural de la diversidad que represente al conjunto del movimiento social y a los trabajadores, es una necesidad canalizar el descontento, el malestar, el rechazo de amplios sectores de la ciudadanía al sistema de cosas imperantes con una opción verdaderamente democrática, que tome en sus manos el plebiscito y la Asamblea Constituyente Soberana y que comience a construir desde abajo, desde las bases, el marco de una nueva institucionalidad de la misma manera de cómo opera el movimiento estudiantil para la toma de sus acciones y resoluciones. El programa de este frente debe surgir desde lo más profundo de la movilización social. Otro Chile es posible.

Es evidente que debe ser un programa profundamente anti neoliberal, radicalmente democrático que instituya una nueva democracia de participación ciudadana y que según los actores del movimiento social  apunte a un proceso de cuestionamiento del sistema capitalista que se demuestra obsoleto, decadente, inestable y que ya no puede resolver ninguno de los problemas más apremiantes de la humanidad, por tanto una nueva forma de socialismo del siglo XXI construida desde el movimiento social debe ser el referente en esta construcción. Si este frente plural de la diversidad no se construye los viejos poderes volverán a ser lo que fueron.

 

 


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