“ Cada vez hay jugadas geniales en el Estadio; cada vez hay más trancadas desleales en la política”
M Benedetti
…Guardametas, bailarines, mediocampistas y payasos ingresan a la política…que pena ¡cambiar su noble oficio¡…
Recuerdo que cuando al Congreso Nacional le decían peyorativamente “circo” y a los diputados “payasos” yo decidí escribir un artículo con el título “más respeto con el circo” y hoy con la misa reflexión digo: ¡más respeto con el fútbol!.
Entiéndase bien, soy más partidario del futbol que de la política, y valoro más a quienes hacen balompié que “balón mano”. Así, aunque frustrado futbolista y con pocas esperanzas en la política, creo más en la honestidad de los futbolistas que en la honestidad de los políticos, en el grito de gol que en los gritos del golpe. Creo en la estética del tiro libre y en la ética suprema del tiro de esquina, pero me tapo la nariz ante la ética política con códigos incluidos. Hay golpes en la cancha deportiva y golpes al estado de ánimo que nos dan los políticos gobernantes o aspirantes. La falta de gol en la vida personal los hace fauleros….. y como si no fuese poca la diferencia, se comete el delito de lesa lealtad a la hinchada, trasformando a héroes en marionetas de la política, se usa a conveniencia éxitos ajenos y se trafica popularidad sentida…los que lo hacen hinchas las pelotas…
Gracias al futbol y sus protagonistas, sábados y domingos olvidamos las incumplidas promesas de los jerarcas, la injusticia y las componendas del resto de la semana… La violencia es en el fútbol un disparo rápido, un penal bien pateado, un tiro libre bien ejecutado, en tanto que en la política, la violencia del poder con menos simbolismos, es un artero carcelazo, un pretexto para anular al otro; imposición de la ley, sometimiento a todos. Sospecha de sedición por doquier.
El juez en el futbol es un sujeto con su madre a cuestas, pero es juez que no depende de los entrenadores ni de los dueños del estadio. Los jueces en la política corren a la derecha del padre sin pitada final. Es cierto, hay expulsiones injustas en el futbol pero hay en política inclusiones que son peores.
El futbol tiene fueras de juegos sancionados, la política en el poder es un of side eterno. Las infracciones descalificadoras tienen calificación certera en la puetada de la hinchada y en el chisme infaltable de los comentaristas infalibles. En la política hecha gobierno… inocentes infracciones son delitos criminales de penas pecuniarias o instrucciones fiscales que demonizan el juego. El futbolista entrena. El político estrena… demagogias nuevas que luego matan y rematan en arcas y no en arcos. El futbolista hace chilenas y los políticos nos hacen chinos.
…el árbitro dice jueguen muchachos…
Por ello digo y digamos: MAS RESPETO CON EL FUTBOL. DEPORTISTAS NO SALGAN A ESA CANCHA SUCIA
Y A LA HINCHADA: BOTEN A LOS QUE LOS QUE QUIERAN HACERLOS VOTAR FUERA DE JUEGO