El decreto 645 que implementó Guillermo Lasso el 10 de enero de 2023 ha sido derogado. Este decreto disminuía los impuestos a los consumos especiales (ICE) de cigarrillos, licores, bebidas azucaradas y fundas plásticas. La explicación del entonces Presidente fue para disminuir el contrabando y la lucha contra el crimen organizado.
Ha pasado un poco más de un año desde que varios organismos sociales apelaron a este decreto y, por fin, se dictó una sentencia. Pese a ello, casi dos semanas después de la derogatoria emitida por una sala especial del Consejo de la Judicatura, no se sabe desde cuándo regirá esta sanción.
El colectivo Todos por la Vida, cuyos integrantes formaron parte de la apelación para derogar el decreto, en declaraciones publicadas en su portal, señala: “La sentencia, de manera muy acertada, en virtud de la protección del principio de la progresividad de los derechos, indica que es obligación del Estado ecuatoriano atender los compromisos internacionales adquiridos en el marco de Instrumentos, Convenios y Pactos de derechos humanos que promueven se incluya políticas públicas que contribuyan al buen vivir de la población. En tal virtud, el decreto nocivo 645 queda sin efecto”.
Este colectivo solicita que se forme una mesa técnica entre la Presidencia de la República, el Servicio de Rentas Internas (SRI), el Ministerio de Salud Pública y el Servicio Nacional de Aduanas, además de organizaciones internacionales, donde se estudie el tema para que posteriormente se apliquen “impuestos saludables” a dichos productos. Sin embargo, hasta la fecha de publicación de este artículo no se conoce si la mesa técnica ya se ha conformado y si ya rigen los nuevos valores para estos productos con ICE. Ante esto, Verónica Chávez, presidenta del colectivo Reacciona Ecuador y una de las demandantes, dice que se mantendrán en vela a la espera de que se acate esta nueva resolución. No descarta la posibilidad de una convocatoria a movilizarse para exigir que las medidas se empiecen a aplicar.
“Hay que comer para nutrir, no sólo comer para satisfacer”
En entrevista con La Línea de Fuego, Chávez indicó que “la reducción de los impuestos a estos productos conlleva un mayor consumo por parte de la población (…) muchos países han tomado medidas para que los costos de estos productos nocivos para la salud se trasladen a las industrias”.
Los impuestos con intención de desincentivar el consumo no son nuevos en la región. Cabe recordar que, desde el 1 de noviembre de 2023, en Colombia rige un impuesto a las bebidas azucaradas como una propuesta para preservar la salud de sus ciudadanos.
“Las personas de recursos económicos más escasos tienen más acceso a estos productos y, al ser personas de vulnerabilidad alta, su salud se pone en riesgo, lo que genera un problema más grande a futuro”, afirma Chávez.
Ante esto, el primer objetivo, dice Chávez, es disminuir el consumo de productos nocivos como el cigarrillo, el alcohol y bebidas azucaradas.
La doctora María de los Ángeles Linzan, especialista en medicina ocupacional, comenta que si bien la derogatoria es un primer paso, lo siguiente es la difusión de esta información y continuar con una educación alimentaria a los ciudadanos ya que los malos hábitos de consumo alimentario puede acarrear enfermedades como obesidad infantil, obesidad adulta o enfermedades cardiovasculares. En esto coincide la nutricionista Solain Cárdenas, quien afirma que la falta de difusión y de campañas informativas en escuelas y colegios sobre la buena alimentación son las principales causas de estas enfermedades: “Hay que comer para nutrir, no sólo comer para satisfacer”, sentencia.
En Ecuador, la principal causa de muerte son las enfermedades cardiovasculares y es precisamente contra esto que luchan colectivos como Todos por la Vida. Según datos del último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en 2023 el número de defunciones en Ecuador fue de 89.946, de las cuales 13.508 fueron por causa de enfermedades relacionadas al corazón, lo cual equivale al 14,3% del total de muertes a escala nacional.
El segundo objetivo de subir los impuestos a los ICE, según Chávez, es la mayor recaudación de fondos para las arcas del Estado y así utilizar estos ingresos adicionales para reinvertirlos en salud; por ello, urge la conformación de la mesa de diálogo.
“Anualmente, 11 millones de toneladas de residuos plásticos entran a los océanos, lo que equivale a arrojar al mar un camión lleno de plástico por minuto.”
World Wildlife Fund (WWF)
Además de los impuestos sobre cigarrillos, licores, armas y bebidas azucaradas, el gravamen sobre fundas plásticas también entra en debate, tomando en cuenta que hace pocos días, del 23 al 29 de abril de 2024, se celebró el Tratado Global de Plásticos en Canadá. Según el portal del World Wildlife Fund (WWF), lo que se intenta es “priorizar lograr acuerdos en aquellas áreas de mayor relevancia para poner fin a la contaminación por plásticos, en particular, las prohibiciones globales de los plásticos de un solo uso más dañino y evitable; requisitos vinculantes a nivel global sobre diseño y rendimiento de los productos para garantizar la reducción, reutilización y reciclaje seguro de todos los productos plásticos; y para sustentarlo todo, un paquete financiero sólido”.
Ante esto, Chávez considera que el correcto manejo de los plásticos también es primordial, ya que estos contaminan el ambiente provocando daños en la salud de la población. Según el portal WWF, en un artículo publicado en su web: “Anualmente, 11 millones de toneladas de residuos plásticos entran a los océanos, lo que equivale arrojar al mar un camión lleno de plástico por minuto”, concluyen, asegurando que, a este ritmo, para 2050 la contaminación por plásticos en el océano se cuadruplicará.
Fotografías: Cortesía Colectivo Todos por la Vida/Imagen tomada de la Web.