No se le ocurra tener puro placer en la cama. ES IRRESPONSABLE. Es el nuevo catisismo revolucionario a la Correa.
Hace poco Correa se abanderó del laicismo y contra el Vaticano, defendió los medios anticonceptivos. Eso lo saludamos. Pero sirvió para promover ritos católicos como parte de las funciones del Estado o pagar a las escuelas fiscomisionales y lentamente modificar la idea del laicismo pretendiendo que éste, “bien entendido”, no se opone a que el gobierno tenga prácticas religiosas. Que contraste con las posiciones iniciales en su gobierno. ¿Cuál es su posición real?
Desde un inicio ha predominado el cálculo circunstancial, de modo que bien puede tener cuatro o cinco discursos sin que la incoherencia sea un problema. El sistema de propaganda lo justifica todo. Sin embargo, hay ideas de fondo como aquellos sobre valores que revelan lo que el mismo ha dicho, su conservadorismo. Tortuoso el camino suyo de aficharse revolucionario para terminar enraizando un conservadorismo de los más arcaicos. Pero entre defender el laicismo y los medios anticonceptivos a ahora seguir las pautas cercanas a las del Opus Dei sobre el embarazo adolescente existe un salto que al parecer muestra su identidad profunda, la que estaba en espera de consolidar el poder y de acabar con la izquierda para hacerla manifiesta. Ya no necesita de la izquierda salvo por la imagen y unos cuantos votos.
La tendencia parece ahora clara. No sorpendería que en la campaña electoral promueva ello para identificarse con el pueblo y en la más pura demagogia considerar que sigue al pueblo. (ya lo ha argumentado así en relación al aborto).
A cambio del programa ENIPLA de prevención de embarazos adolescentes llega el Plan Familia. El título dice todo. Claro que familia es un núcleo de base decisivo en las sociedades, aunque no lo es siempre para todos, podría ser bienvenida la preocupación, todo depende de que tipo de familia se trata. Desde hace tiempos hemos insistido que el espacio para actuar es más amplio, el de la cohesión social, siempre mal entendida, pero que requiere atención para hacer del barrio, la unidad de base de la vida colectiva un medio favorable a generar confianza y convivencia. Sin embargo, el discurso de Correa sobre familia revela bien que se trata del nuevo Caballo de Troya del ultraconservadorismo en la vida privada y en las generaciones venideras. ENIPLA ya hacía las justificaciones que ahora se invoca para defender el P. Familia: buscaba una “sexualidad sana y responsable”, “comportamientos sexualmente responsables”; “entornos escolares y familiares favorables a la protección”. Para nada se olvidaba de la familia. Pero para escándalo de los conservadores “promovía los derechos sexuales y reproductivos” por eso Correa salió de la sacristía con su discurso contra el hedonismo. ¿El placer? ¡Qué horror!
ENIPLA también promovía valores
Y su condena al ENIPLA es para promover la abstinencia, cuando los hechos han demostrado que por mas que en los medios católicos conservadores se lo promueva y defienda, en el liberal mundo contemporáneo no da gran resultado. Si no se pensáse en promover una concepción religiosa tradicional sino política pública, al menos habría podido enunciar que la sexualidad es algo importante en la vida, un derecho fundamental al placer, pero que requiere responsabilidad, no solo porque puede estar de por medio la llegada de una vida humana, sino consigo mismo/a por lo que puede implicar para la vida física, mental, emocional y afectiva. La abstinencia es una no política pública ante los embarazos adolescentes, prevención de enfermedades venereas, y es un absurdo contra las pulsiones sensuales propias y una vida sana. Una irresponsabilidad colectiva para promover una concepción religiosa conservadora que no considera los hechos, las tendencias concretas ni menos las experiencias.
ENIPLA también promovía valores, pero lo que ahora se quiere promover por el ministerio de educación son los valores de la abuelita para el siglo XXI. Un nuevo endoctrinamiento, un nuevo catecismo hecho plan escolar.
Bajo la idea que el adolescente puede escoger se quiere justificar esa pretensión de un orden del pasado, próximo al Opus Dei. Se propone que el adolescente escoja cuando los valores que se promoverán no le dejaran gran espacio para escoger. Pues el mello del Plan Familia estará en esta estrategia de promover el moralismo en madres, padres e hijas e hijos. Mientras tanto seguirán los problemas de las adolescentes que frecuentemente son embarazadas fruto de violaciones por familiares próximos.
Otra revolución se produce por la cual “la restauración conservadora es revolucionaria”. Los milagros de la demagogia vuelven al Opus Dei revolucionario. No es que las palabras tienen contrasentido, no tienen sentido, les fue arrebato por la restauración conservadora oficial.
En el nuevo Plan Familia, por el cual el gobierno por el ministerio de Educación intervendrá con las y los etudiantes, así como los padres no sólo para “informarles” sino para “formarles” sobre lo que sería esa sexualidad” que no debe ser promoción del hedonismo y que debería esperarse que la pareja ya quiera establecer matrimonio. Se puede preveer así la repetición de normas sobre sexualidad que crearán culpabilidad e insana vida sexual. Y es, a la vez, un texto que se basa en datos que no son nada seguros y en estudios que no tienen garantía de mínima seriedad de análisis, sino que quieren demostrar que lo que antes se promovía con el Plan ENIPLAN era no sólo un error sino no cumplia su cometido. Se hace entonces todo tipo de correlaciones sin base en los hechos.
Además, otra vez, en prueba de la visión religiosa que es su real fundamento, se vuelve a meter la cuña que quiere cambiar la condición laica del Estado, pues habría el laicismo y la visión laicista según la cual el estado “excluye toda religión .. o se opone a ella” mientras que el laicismo no se opondría, es decir ya no sería un estado distante de toda creencia religiosa.
El laicismo retrocede más y una visión religiosa se camufla en discurso de Estado. La “restauración conservadora revolucionaria” avanza con el garcianismo del siglo XXI
* Una versión resumida de este artículo fue publicada el 09 de marzo en El Comercio
Y seamos claros, el intento de controlar el sexo (y el placer) solo puede desembocar en sexo escondido, hipócrita y peligrosamente mortal. ¡Recordemos la cantidad de escándalos de pedofilia de los últimos años!, muchos de sus actores eran quienes se supone debían ser sus guardianes: ¿Quién cuida a los cuidadores?
No creo que se trate de controlar el placer, o el disfrute de la “sexualidad” que es algo más complejo que el “sexo”; nadie puede controlar el placer, estariamos locos si pensamos que el placer se controla, eso forma parte de la condición humana, lo que se busca y creo que eso es el espíritu de Plan Familia, es crecer y vivir la sexualidad desde los derechos y valores; yo creo y lo digo como ser humano, tengo el derecho de vivir mi sexualidad incluso desde la abstinencia, siendo hombre, relacionandome con mi pareja, aprendiendo y conviviendo; no creo que los derechos sexuales y reproductivos sean convertirnos en maquinas sexuales; la sexualidad implica condiciones físicas, emocionales, psiquicas, espirituales.