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martes, noviembre 5, 2024

TESTAMENTO MACABRO DE ESTE DESCALABRO LLAMADO 2020

Por Hugo el búho

Y aquí les dejo mi testamento, medio en prosa, medio en verso, pero igual de justo y generoso con los que destruyen la nación al revés y al derecho. Sabrán disculpar los adjetivos de espeso calibre y lo macabro de mis deseos. Pero como ya estoy de partida, el texto debe ser contundente, para que los aludidos entiendan que con la burla y la risa nos vengamos de quienes han jodido al Ecuador. Para ustedes, canallitas, con dulzura y harto amor:

En primer primerísimo lugar, quiero nombrar al Presidente. A ese señor, que parece más año viejo que el mismísimo que se va. Le dejo una silla de ruedas con espinas venenosas en el asiento, para que cada que intente leer el texto, se acuerde que todas sus decisiones son salidas desde el averno. De igual manera, quiero que en mi testamento conste un segundo deseo: le obsequio un revólver “made in USA”, y que juegue en sus ratos libres, la genial ruleta rusa. 

A la ex ministra Romo, con todo el cariño y los ojos del mundo del mundo, le obsequio un helicóptero playero, para que se estrelle feliz, alado de su novio bolsillero. 

A mi nietito preferido, el Sebastián Roldán: enano, torero y bocón, le regalo un pozo ciego, lleno de estiércol de la gentuza de su entorno, que se quede a vivir ahí confinado, por los siglos de los siglos, y que respire con ahínco, con todos los ruptura de los veinticinco. 

Una vacuna llena de racumin para algunos economistas les dejo. Que en una reunión de expertos, en donde firmen el Richard Martínez, el Pozo, el Dahik y el Acosta Bermeo, se dupliquen las dosis a conveniencia. Y si quedan dudas de la eficacia de la vacuna, que le aumenten las dosis para bien de la ciencia. 

Para mi siempre recordado matraca Nebot, uno de los que mueve los hilos del poder, ahí le compré una soga con seis nudos. Sería lindo que –con piedra incluida- se la cuelgue en su duro cuello, y se lance al agua, para cumplir nuestro bello sueño.

Al Guillermo Lasso, banquero de cepa, le dono una banda presidencial, porque al igual que el Jaime de Guayaquil, nunca será Presidente, a lo sumo, un pobre rico-gil. Le otorgo un préstamo chulquero, para que porte armas al disimulo, y ¡qué chuchas!, se dispare seis veces en el… ombligo.

Una ayudadita generosa para mi general Oswaldo Jarrín, como ya está más vejete que el que suscribe, le regalo una lápida añeja, en la que se lea: aquí yace una momia bien pendeja.

Al Juanfer Velasco, amiguis de la Romo, le compré unas tarjetitas de amor. Si de ministro no dio una, de candidato es un solo hervor. 

Para todos hay, para todos tengo. Nunca se me olvidan mis amigos periodistas, que hoy más que ayer, han servido al poder diciendo presente en la lista. Para el Carlos Vera, machín de pantalla, un par de zapatos de tacón circense, para que se le cumpla el sueño de medir un metro setenta, y de ahí que se desnude y se ponga a la venta.

A esa prensa que pauta sin piedad, y que repite todo como grabadora, les obsequio una caja registradora. No sean malitos, amigos de La Posta, dedíquense a otro arte, que ustedes tienen de periodistas lo que el Michelena tiene de sastre.

Para la “Shanet”, la colorada a la fuerza, un trasplante de cerebro maduro, para que deje de pensar que ser periodista, es balbucear sílabas al apuro.

Al Oquendo y al Pinargote, con todo el cariño del mundo, les regalo un curso de ballet, porque rima perfecto con “fieles sirvientes de Carondelet”.

Al Correa, lengua de “juete”, le obsequio una peluca de estilo capucha; ojalá así se le quite lo eterno curuchupa.

A algunos amigos correístas, que parecen Testigos de Jehová, les alquilo una revista Despertar; y ahí que se abracen con su mesías, hasta que les broten ampollas de las encías. 

Al Ministro Zevallos, sin ser consultado, le he pagado una cena romántica con la Cynthia Viteri. Que dios quiera que, después de la comilona y a la postre, sueñen en ataúdes de cartón después del postre. 

No se me olvida la vicepresidenta y su espíritu de beata descontrolada. Le dono una foto del Papa Francisco en paños menores. Ojalá así cumpla sus sueños húmedos sin rencores. 

Jamás hay que olvidarse de la mafia alegre de los Abdalás. Una avioneta para diez pasajeros les regalo, que se les acabe el combustible en medio vuelo, ¡ojalá! Y, que caiga poéticamente en la Asamblea Nacional, y ahí sí pedirle perdón al Jacobito Bucaram. 

Al Contralor que se regaló el puesto, y a la fiscal diez sobre veinte, les pienso cabreado cuando alzo la frente. Ya que les obsequió el puesto el cuántico sobre ruedas, que mejor busquen refugio, y sálvese quien pueda.

Cómo olvidarme del Arauz y del Yaku. Al primero le obsequio un CD con los discursos del Rafael, para que se vuelva un candidato copy + paste de papel. Y, al segundo, que no se sabe si es de aquí o de allá, un osito de peluche, y que deje de ser tan fantoche.  

Un cerillo con gasolina regalo al CNE, y que hagan lo que tengan que hacer por el bien del país. Nadie los va a extrañar, nadie les dará un maíz. Prendan la llama por amor, y al pueblo le harán un favor. 

¡Ya me voy… ya me muero, por eso no hay que escatimar esfuerzos! Al Canciller de la Universidad San Pancho, un tal Gangotena, le obsequio una biblioteca de autoayuda, un espejo para el techo y un traje sadomasoquista de alta alcurnia. Esperemos que así el cerebro se le dilate con furia, y mejor se dedique a vender inciensos para libertarios, insulsos y pendejos.

Un año confinados, un año de mascarilla, alcohol y decesos. El covid-19 nos robó muchas vidas y nos privó de los abrazos querendones. Que este 2021 sus vientos solo apunten a los miserables y a todos aquellos que humillan y empobrecen a los trabajadores. Que este nuevo año todas, todos tengan trabajo, y que ese canijo de Presidente, se nos vaya por el retrete. 

¡Feliz Año Nuevo 2021!

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