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domingo, diciembre 22, 2024

Atawallpa Oviedo: “Un pequeño bichito nos ha puesto en jaque y es el primer aviso”

Por Annie Hanock

La viruela fue un arma poderosa que en el continente amerindio permitió la instauración del sistema feudal. La pandemia de la covid-19 puede ser el paso al cambio de sistema que debe tener como característica el mutualismo. El cambio climático es el fracaso del capitalismo. Temas sobre los cuales se explaya el filósofo, periodista y caricaturista Atawallpa Oviedo Freire.

Pregunta: ¿Usted cree que el coronavirus tiene el poder de acabar con el capitalismo?

Atawallpa Oviedo: No sé si pueda acabar con el capitalismo, lo que si sé es que el virus de la viruela fue el puente para la construcción del capitalismo. Hasta antes de la invasión de la monarquía europea a Abya Yala o Amerindia, Europa era un continente feudal y Amerindia era un continente comunitario. La viruela llevada por los conquistadores europeos mató al 90% de la población, lo que les permitió tomar el control de este inmenso continente. Y con ello terminar con el sistema comunitario e implantar el sistema de hacienda o feudal. Sin el arma poderosa de la viruela no hubiera sido posible conquistar un inmenso territorio con unos 60 millones de habitantes. Una vez controlados y sometidos los 6 millones que sobrevivieron, pudieron llevarse toda la inmensa riqueza de Amerindia a Europa, la que era muy pobre luego de 1000 años de oscurantismo de la edad media, y que quizás se hubiera prolongado hasta ahora si no descubrían la riqueza de Amerindia. Ese inmenso caudal produjo el renacimiento europeo que transformó todo, produciendo la modernidad, con ello la desaparición de la sociedad feudal y la aparición del capitalismo, vigente hasta nuestros días y no necesariamente eterno. Un bichito dio paso a la construcción del capitalismo y quizás otro bichito dé paso a su terminación, al menos eso es lo que desean muchos. Ya veremos…

P: ¿Cómo podemos reconocer la sabiduría indígena durante este tiempo de pandemia?

Oviedo: La ayuda mutua es el principio básico y central de las culturas indígenas de América y del mundo, incluido la Europa indígena. Las palabras que hoy más se escuchan: solidaridad, cooperación, coordinación, apoyo, unidad. A todo esto, yo le resumo en mutualidad o mutualismo. Si queremos salir de esta pandemia viral y de la pandemia del capitalismo, tendrá que ser para construir un mundo mutualista. El postcapitalismo y el postsocialismo deberá ser una sociedad mutual entre todos quienes hacemos de este planeta y este multiverso, y no solamente entre los seres humanos, y, peor, entre solo los de arriba.

P: ¿Puede ser éste el momento de reestructurar el sistema económico global?

Oviedo: El cambio climático es el fracaso del capitalismo, pues todo lo que ha construido el capitalismo no nos puede servir de nada si desaparecemos como humanidad. Un pequeño bichito nos ha puesto en jaque y es el primer aviso, el cambio climático será el jaque mate a esta humanidad, e, irónicamente los bichitos seguirán viviendo. Tenemos que terminar con el modelo de vida basado en la conquista, hoy llamado competencia o ley del mercado, por una ley de cooperación o ley mutual. El mutualismo tiene ya una experiencia en el mundo y hay que profundizarlo, florecerlo y esparcirlo por toda la tierra. Eso enseña y exige esta pandemia al homo sapiens, el supuesto ser más inteligente de todo este universo.

P: ¿Usted cree que hay una manera de vivir fuera de la estructura de un estado capitalista sin destruirlo?

Oviedo: Hay quienes ya están viviendo fuera del capitalismo, total o parcialmente, como los llamados pueblos en aislamiento voluntario, que no necesitan para nada de la civilización y del capitalismo, y serían los únicos sobrevivientes de ésta u otra pandemia si fuera catastrófica, pues no tienen ningún contacto con este mundo. Parcialmente, aquellas comunidades ancestrales que tienen poco contacto con la civilización. Y desde hace 50 años hay quienes intentan emular estos modelos de vida y que ellos lo llaman ecoaldeas. Es un experimento muy interesante, con limitaciones todavía, pero es una vía abierta, especialmente para la gente urbana que esta cansada del capitalismo. Hay otros ensayos que siguen dentro del capitalismo y que lo van resquebrajando paulatinamente. Estas experiencias también están basadas en el mutualismo,  por ahí hay que seguir caminando, ahondando y ampliando.

P: ¿Qué papel tiene lo académico en los movimientos de cambio social?

Oviedo: Lo académico tiene poca influencia, más bien los académicos se nutren de los movimientos sociales cuando hacen investigaciones de campo sobre las experiencias comunitarias ancestrales y contemporáneas, y sobre los movimientos de acción social que luchan por otro sistema de vida. En todo caso, cierta academia a nivel de la sociedad oficial cumple un papel importante al desenmascarar a los poderes de facto. Contraponen criterios a las élites que controlan la economía y algunos ponen como referentes de un otro sistema de vida a los pueblos indígenas y a los grupos mutuales, presentándolos como alteridades de un cambio posible y de un mundo diferente.

P: ¿Cómo ve el papel de la izquierda en los cambios sociales?

Oviedo: Los cambios sociales de los socialistas y comunistas han fracasado en el mundo al querer tumbar el capitalismo pues de lo que se trata es de construir otro mundo. Es necesario la lucha contra el capitalismo, pero a la par hay que ir recreando el nuevo mundo vital. El mutualismo de la vida hace posible la vitalidad de la naturaleza, y el ser humano debería volver a la tierra, es decir, a tener la humildad para sentirse un elemento más de la vida y no creerse el superior entre todos los seres de la vida, es por ello, que actúa y vive como conquistador.

P: ¿Qué más hay que retomar de la sabiduría anciana?

Oviedo: Los conquistadores hace más de 2000 años expulsaron a dios de la tierra, es tiempo de traerlo nuevamente, para ver lo divino aquí y en todo, solo ahí nos mereceremos llamar seres espirituales. Tenemos que recuperar la espiritualidad y olvidarnos de la religión que tanto daño ha hecho. La peor pandemia que le pudo caer a la humanidad se llama religión. Si no nos curamos de ella y del ateísmo, para retomar la espiritualidad seguiremos condenados al sufrimiento sistémico. “Pare de sufrir”, vacunándose de los dogmas religiosos y abrazando la espiritualidad, para construir un mundo vital dentro de un sistema mutualista.

“Tenemos que terminar con el modelo de vida basado en la conquista, hoy llamado competencia o ley del mercado, por una ley de cooperación o ley mutual”.

Atawallpa Oviedo, filósofo, periodista, caricaturista

 

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