Hay una confusión total de qué es lo indígena, desde el paradigma colonialista es una raza, pero desde la racionalidad no-colonial es una cultura o una manera de mirar el mundo y de vivir la realidad.
Desde la cosmovivencia el paradigma indígena es todo aquello que responde a la racionalidad ambiental, a la cosmovisión de la tierra, a la filosofía cuántica, es decir, a la racionalidad de la vida. Todo lo demás, son una serie de teorías o elucubraciones de la mente egocéntrica y dictatorial alejada de los principios, las leyes y sentires de la conciencia de la naturaleza o de la tierra inteligente. Este sistema heliocéntrico funciona dentro de determinadas categorías, variables y parámetros. “Lo indígena” es todo aquello que se sincroniza y vibra con estas condiciones dadas por la naturaleza o la vida y no por las hipótesis de algún iluminado o enviado por un dios.
Los no-indígenas no creen en nada de esto, y a todos los que se guían por las leyes cósmicas los califican de salvajes, primitivos, atrasados, bárbaros, fetichistas, idólatras, etc. Sin embargo, la pandemia del coronavrius y el cambio climático han demostrado quienes eran verdaderamente los salvajes, de que los bárbaros no eran quienes vivían y viven respetando a la madre naturaleza, sino los matricidas que la vienen mancillando, atacando y devorando lentamente.
Para el ego racionalista y dogmático esto seguramente le parecerá muy simplón, pues en su mentalidad abstracta, sustancialista y esencialista, hay que buscar las respuestas en las miles de teorías que ha producido su ego dictatorial. Mientras que para la cosmoconciencia indígena es más sencillo, se trata de respetar y de vivir en simbiosis y en reproducción a lo que la vida ha creado, y que se llama naturaleza y cosmos. Esa es la inteligencia y sabiduría milenaria de lo indígena, y su propósito es el de adentrarse a conocer más sus misterios y saberes, y no el de pretender dominarla (Biblia) o el de sacarle todos sus secretos (Bacon).
Indígenas o animistas o vitalcentristas o naturistas o heliocentristas o mutuales, han habido en todos los lugares del planeta y desde que existe el ser humano. Son apenas unos 4.000 años de divorcio con la naturaleza, desde que los mesopotámicos sacaron lo sagrado de la vida y lo enviaron a un cielo más allá de la existencia y le dieron la forma de un viejo varón barbado. Vino la paulatina desacralización de la naturaleza, y desde ahí una serie de rupturas que nos han llevado a la hecatombe, hasta llegar al momento actual donde estamos viviendo el desenlace de todo ello.
Los que rompieron con lo indígena o animista crearon nuevas ontologías y epistemologías, a lo cual le llamaron civilización; y ahora lo que estamos viviendo es la crisis o el caos de la civilización, y no una crisis civilizatoria o una crisis de civilización, como dicen desde teorías al interior de la civilización. Desde lo indígena se busca una trans-civilización y no una nueva civilización o un cambio civilizatorio. Un cambio naturista para salir de lo contra-natura que inventó la civilización, especialmente desde los socráticos que declararon la inferioridad de la naturaleza y de todo lo femenino de la vida: diosas, mujeres, sensibilidad, sexualidad, emociones, afectos.
Entonces, lo indígena no es una raza, como lo han dicho los racistas, quienes hacen 500 años para justificar sus masacres crearon el concepto de la superioridad de sus creencias, y para ello tuvieron que crear el concepto de razas, que no existía hasta esa época y desde ahí surgió el racismo. El racismo inventó un apartheid piramidal y creo una serie de categorías y nombres a según las pigmentaciones de piel, así blancos, ladinos, mestizos, zambos, indios.
Hoy se ha revalorizado lo mestizo, que sigue siendo una categoría racista para seguir separándose de los indios, más no de los blancos, por eso utilizan la categoría blanco-mestizo y no dicen indio-mestizo. Lo mestizo sigue siendo igual de racista a lo blanco, que hasta hace unos 40 años lo utilizaba la mayoría, y luego la izquierda soltó lo de mestizo como una supuesta categoría intermedia y reivindicativa de lo indio, que a la final, solo consolida el racismo y la clasificación por el fenotipo. Cuando de lo que se trata es de no identificar a las personas por su color, pues solo existe la raza humana. Los de piel negra de los EE.UU. no tienen nada que ver con los del África, tan solo su color, pues culturalmente son totalmente diferentes, y eso es lo que importa y vale.
No existe la cultura mestiza. Cuáles son las ontologías, axiologías y epistemologías de lo mestizo. Solo existen de la cultura indígena y de la cultura occidental, ésta última formada en un proceso de por lo menos 3000 años. Las culturas no se forman en 200 años ni en 500 años. La cultura indígena o animista o vitalcéntrica es igual en cualquier lugar del planeta, las diferencias son formales. Si se estudia a las culturas de Australia, de Oceanía, del Asia, del África, no hay diferencias sustanciales, son en esencia la misma. Por tanto, solo hay dos epistemes en el planeta: lo indígena y lo no-indígena. Evidentemente desde el paradigma occidental y su pensamiento único, esto no es aceptado, pero ese es su problema, para lo indígena es diferente, cada cual toma su posición, y en este momento no aceptamos el monoculturalismo.
El racismo, como parte del colonialismo, creó un sistema social y político piramidalista, para establecer una sociedad en esas condiciones. El racismo no es solo el desprecio a un pueblo o a una etnia, es ante todo un sistema que funciona con una serie de instituciones y estructuras dentro de estas características. Por ende, algunos denominados indígenas que desprecian a los llamados blancos y mestizos no son racistas sino resentidos, molestos, inconformes.
La civilización ha creado innumerables teorías queriendo entender la “realidad”, pretendiendo cambiarla y mejorarla según sus dogmas. Las últimas teorías las llaman de derecha e izquierda, con cantidad de variantes entre ellas. Estas conjeturas civilizatorias han ido penetrando a distintos niveles y formas en los pueblos amerindios o de Abya Yala, como en el resto del mundo no-civilizatorio; todos ellos contrarios a la episteme indígena o vitalcéntrica.
La izquierda también, pues si bien aceptan una situación clasista la que se vive, tienen al mismo tiempo una concepción extractivista, instrumentalista, cosificadora, racionalista de la naturaleza y de la vida. A ese nivel están más cerca o igual que la derecha, pero muy alejados de lo indígena o naturista. Aparentemente, parecen aliados la izquierda y lo indígena, pero en el fondo o en última instancia son disímiles. Lo único que busca la izquierda del movimiento indígena es que sean masa clasista o el brazo indigenista de ellos. No se guían por el paradigma indígena sino por sus teorías civilizatorias socialistas y comunistas, y solo quieren que los indígenas sean carne de cañón de clase para que ellos suban al poder.
Buena parte de la izquierda quiere que el pueblo, entre ellos los indígenas pobres, sean burro-pies para instaurar su socialismo, que sigue siendo contra natura, como lo acaban de demostrar especialmente los progresistas, de que solo tienen afanes de poder, mas no el de empujar el sistema comunitario o mutualista de los pueblos indígenas. Los indígenas son solo mano de obra para sus fines, ni siquiera conocen su cosmovisión y dicen defenderlos, han pasado 500 años y todavía no descubren Amerindia.
Mientras los indígenas quieren reconstruir y elevar su sistema comunitario, los socialistas y comunistas quieren destruirlo para consolidar el capitalismo, que dizque les permitirá crear el proletariado, para poder construir su “sociedad científica”. Cuando el viejo Marx, antes de morir, se dio cuenta que había que fortificar el sistema comunitario ancestral, corrigiendo al treintañero Marx que en sus delirios juveniles quería instaurar la dictadura del proletariado en el Manifiesto Comunista. Y en eso siguen algunos izquierdistas, que tampoco terminan de descubrir al Marx completo.
Los indígenas o mutualistas luchamos por un mundo en comunión con la naturaleza, eso es lo comunal o mutual, los socialistas solo quieren que todo el mundo viva pequeño-burguesamente, por eso ellos viven así. Los indígenas o heliocentristas pensamos y vivimos sostenible y ecológicamente, los socialistas y comunistas vive igual que los burgueses, pero con menos recursos que ellos. Conocen a algún izquierdista que viva sustentablemente, que produzca ecológicamente, que trabaje en esas condiciones.
Entonces, lo indígena y el movimiento indígena no son un conjunto de personas con rasgos amerindios, sino un movimiento cultural, espiritual y político que se guía y se maneja por ontologías, epistemes, hermenéuticas, axiologías de tipo naturistas, cuánticas, integrales, holísticas, simbióticas, heterogéneas, plurales.
“Hoy se ha revalorizado lo mestizo, que sigue siendo una categoría racista para seguir separándose de los indios, más no de los blancos, por eso utilizan la categoría blanco-mestizo y no dicen indio-mestizo”.
*Escritor, periodista y filósofo nacido en Ecuador.