La estrategia minera de enfrentar “shuar vs. shuar” llega a su punto más alto. Es un tiempo definitorio para el territorio shuar. Por el nivel de intromisión de los intereses extractivistas, pareciera la última batalla. El conflicto no es realmente entre shuar, sino con las trasnacionales mineras que invaden el territorio con la concesión del Estado. Las organizaciones madre son respetuosas de las autonomías de sus hijas pero, al mismo tiempo, les deben respeto a sus dirigentes y comunicadores agredidos y a sus resoluciones asamblearias nacionales y regionales. Parece que esta vez el caso shuar deberá constituirse en ejemplo para tratar estos problemas que aquejan a todas las naciones originarias, desde un lugar orgánico, profundo y transformador, a un problema que no es sólo shuar ni amazónico, sino nacional.
Por Tania Laurini (Lluvia Comunicación)
Más de 20 años lleva esta situación de conflicto provocado por los intereses mineros sobre el territorio shuar, pero esta vez es diferente: parece ser la última batalla. Más de 20 años ha sido agobiada la Federación Interprovincial de Centros Shuar (FICSH, organización madre de todas las organizaciones indígenas, fundada en 1964). Una a una, muchas presidencias fueron compradas a favor de las empresas mineras o petroleras. Sin embargo, la respuesta siempre fue la destitución de sus presidentes por parte de las bases, por cualquier acuerdo firmado que atentare contra su territorio. Inclusive se ha dado una sucesión de conflictos de doble directorio, cuando la fracción derrocada persistía en su posición hasta que, de alguna manera, se llegaba a una Asamblea dirimente.
Otra forma de lograr voluntades shuar ha sido la presión: tres hombres de esta nacionalidad fueron asesinados por causas relacionadas al extractivismo desde el año 2009; y varios presidentes de la FICSH, cuando sus posiciones no convenían al gobierno, resultaron encarcelados (con reclusión en la cárcel de Latacunga por motivos tan insuficientes como una frase inadecuada dicha en la radio). Otras personas fueron agobiadas legalmente por causas que les interpusieron y se prolongaron hasta más de diez años, como el caso de Bosco Wisum.
Aún así, se ha llegado a 2024 con Morona Santiago como la única provincia amazónica libre de extractivismo en la Amazonia Ecuatoriana, aunque la mayoría del territorio shuar ha sido concesionado y está en diferentes fases de exploración. Si esta avanzada minera siguiera, el territorio shuar se perdería en profundas afectaciones ambientales, sociales y culturales.
En este contexto de amenaza permanente por décadas, se produjo el día 12 de abril de 2024 una confrontación en la Federación Shuar, en su sede de Sucúa, con resultado de varios heridos, personas prendidas fuego por bombas molotov, comunicadores comunitarios agredidos e incluso faltas al respeto a los mediadores de paz de las organizaciones madre CONFENIAE y COICA, al punto de arrebatarles insignias culturales tan importantes como la Tawasap (corona de plumas) shuar, símbolo de autoridad. La estrategia de la minera de confrontar shuar vs. shuar ha llegado a su punto máximo, iniciado con el manejo de la voluntad de las comunidades warints y yawi que, en el centro de la Cordillera del Cóndor, firman permisos para el ingreso de la minera en desobediencia del mandato de su organización correspondiente, Pueblo Shuar Arutam (PSHA).
“[…] se ha llegado a 2024 con Morona Santiago como la única provincia amazónica libre de extractivismo en la Amazonia Ecuatoriana, aunque la mayoría del territorio Shuar ha sido concesionado y está en diferentes fases de exploración. Si esta avanzada minera siguiera, el territorio Shuar se perdería en profundas afectaciones ambientales, sociales y culturales”.
Precisamente ese es el territorio en juego en esta crisis de la Federación Shuar, el que está amenazado por la presencia de la minera canadiense Lowell Solaris y su proyecto Warintza, concesionado por el Estado ecuatoriano en desobediencia de los acuerdos firmados con el PSHA (Convenio Sociobosque) para conservar este espacio.
En marzo de 2023, el PSHA votó nuevamente por un presidente antiminero, Jaime Palomino, luego de la presidencia de Josefina Tunki, posicionada y conocida nacional e internacionalmente. El PSHA tiene autogobiernos de cuatro años de duración, que jamás han sido derrocados desde sus inicios hace más de 20 años. Al fallar los intentos de la minera Lowell de colocar una presidencia afín a sus intereses, y no resistir cuatro años más de rechazo a su proyecto minero, la empresa intentó entrar por la FICSH, creando una nueva fisura de división en la ya conmocionada sociedad shuar.
La FICSH es la organización indígena madre, creada en 1964. De ella se autonomizaron organizativamente los shuar de la provincia de Pastaza (FNASH-P) y Zamora Chinchipe (FSHZCH), además de los achuar (NAE) y el PSHA, en diferentes contextos y propuestas.
El PSHA nació como un proyecto piloto de la FICSH para experimentar la Circunscripción Territorial Indígena (CTI, un derecho nacido en la Constitución de 1998 y que la FICSH proyectaba en ese entonces en número de 5 o 7 CTI para todo su territorio). Esta organización fue legalizada ante el Estado ecuatoriano en 2006, pero el Estado interpuso trabas administrativas y nunca permitió una sola CTI. Sin embargo, el PSHA ejerce su autogobierno con autodeterminación y autonomía desde sus inicios hasta la actualidad, logrando sostenerse presupuestariamente y defendiendo su territorio ante las amenazas.
La relación entre PSHA y FICSH siempre ha sido amistosa, visitándose mutuamente en algunos eventos y asambleas. Y FICSH ha permitido la autonomía de PSHA sin interferir en ella. Pero esa armonía fue rota el 8 de julio de 2023: en una asamblea de la FICSH –de la directiva elegida en enero 2023, bajo la presidencia de David Tankamash– se decidió dar paso a acuerdos con la empresa minera Lowell. Esto motivó a que el PSHA convoque también a una asamblea extraordinaria para exponer claramente su autonomía, como titular de los territorios ancestrales concesionados por el Estado a Lowell.
Dicha Asamblea derivó en una secuencia de situaciones conflictivas que no se han detenido desde aquel 8 de julio, en las que por varias ocasiones las bases de la Federación han intentado derrocar a su Presidente. La comisión de vigilancia ha presentado serios informes comprometiendo al mandatario por diversas irregularidades, mientras que el dirigente de Territorio de la FICSH ha declarado públicamente su inconformidad con esta medida y ha hecho campaña comunitaria para informar las irregularidades.
Sin embargo, el poder del apoyo económico de la empresa Lowell a esta dirigencia ha sostenido en su cargo a dicho presidente. Esta vez, las mineras han cooptado no sólo al directorio, sino también a la mayoría de los presidentes de las asociaciones (la FICSH aglomera a alrededor de 500 comunidades organizadas en casi 50 asociaciones), aunque muchos líderes aseguran que en las bases comunitarias, el 80% está en desacuerdo con la minería.
Sanción del Comité Interfederacional Shuar-Achuar
La resolución de la FICSH, del 8 de julio de 2023, también provocó que el Comité Interfederacional Shuar-Achuar, conformado por la Nacionalidad Shuar del Ecuador (NASHE), Nacionalidad Achuar del Ecuador (NAE), FICSH Y PSHA, se reúna de inmediato en Asamblea, el 14 de julio, en Samikin, Macuma. Allí, las dirigencias expresaron su rechazo a la minería y denunciaron, especialmente, casos graves de minería ilegal en el territorio de la NASHE.
Ante los problemas que la minería está provocando en el territorio de la NASHE, el directorio leyó los estatutos de esa organización, con énfasis en sus mandatos de precautelar el territorio, y decidió aplicar sanciones a las autoridades territoriales que los incumplen. Asimismo, el Comité Interfederacional, sobre la base de los acuerdos firmados para la conservación de su territorio, decidió sancionar al presidente de la FICSH, David Tankamash, por su apertura a la minería, lo que contraviene el fundamento principal de todas las organizaciones, que es precautelar su territorio y cultura ancestrales.
“[…] el Comité Interfederacional, en base a los acuerdos firmados para la conservación de su territorio, decidió sancionar al presidente de la FICSH, David Tankamash, por su apertura a la minería, lo que contraviene el fundamento principal de todas las organizaciones, que es precautelar su territorio y cultura ancestrales”.
Comité Interfederacional Shuar-Achuar
Así, las resoluciones firmadas por el directorio sostienen: “La magna asamblea del Comité Interfederacional rechaza las decisiones de la FICSH, debiendo ser sancionados sin tener el derecho a ocupar cargos organizacionales ni públicos, por haber incumplido la normativa y principios del Comité Interfederacional”. Especial mención se hace a un convenio firmado entre la FICSH y la empresa Lowell Mineral y, al respecto, se advierte que queda “sin efecto el certificado de ingreso de empresas mineras emitidos por vicepresidente de NASHE y Presidente de FICSH”.
El Presidente de la NASHE y del Comité Interfederacional, Felipe Mashiant, coordinó toda la jornada asamblearia sosteniendo con fuerza su gran lanza, simbólica de la fortaleza ancestral shuar en situaciones críticas para su supervivencia, ratificando en varios discursos su posición firme de precautelar el territorio. También se contó con la presencia de Roberto Wachapá, dirigente de territorio de la CONAIE.
Jaime Palomino, nuevo presidente del PSHA para el período 2023-2027, mantuvo la posición de su organización en la Cordillera del Cóndor, en rechazo a todo tipo de minería en su territorio. En especial porque provoca graves problemas sociales y ambientales, como los causados por la presencia de la empresa minera Lowell-Solaris en Warints.
La Asamblea también fue acompañada por colectivos ciudadanos de Morona Santiago, provenientes de la ciudad de Macas. Esas agrupaciones se hicieron presentes para respaldar a las organizaciones shuar en sus decisiones de oponerse a la actividad minera en el territorio Shuar y Achuar, “que amenaza a todos los habitantes de la provincia, el país y el mundo”, por lo que expresaron la solidaridad con sus luchas.
En las resoluciones del Comité Interfederacional Shuar-Achuar se expresa la “preocupación de los convenios que se están llevando a cabo por parte de algunos dirigentes shuar con empresas mineras a cambio de dádivas”, y que los dirigentes en Asamblea “ratificaron su posición de defender sus territorios y no permitir que ninguna empresa legal o ilegal intervenga en sus territorios para la prospección, exploración y explotación minera”.
Las autoridades resolvieron “ratificar las resoluciones de Yaap: no a la actividad de la minería, no a la explotación maderera a gran escala, no proyectos hidroeléctricos y no al petróleo”. “El Congreso del Comité Interfederacional prohíbe la entrada de empresas mineras” y exige el “retiro inmediato de las maquinarias que desarrollan actividades mineras dentro del territorio Shuar y Achuar”. Ante esto, decidieron “fortalecer las organizaciones para que sus dirigentes retomen sus principios y defiendan el territorio”.
Para responder a las necesidades que debilitan a las poblaciones ante las mineras, se anticipó que el “Comité Interfederacional buscará alternativas de desarrollo para sus comunidades, a través de proyectos que generen bioeconomía, consensuados por las comunidades”. También decidieron “exigir a las autoridades electas de los GADS parroquiales, municipales, provinciales y nacionales que fomenten proyectos de planes de vida, turísticos, productivos, ganaderos y viales dentro de los territorios de la NAE, NASHE, FICSH y PSHA”. De esta manera generar alternativas económicas que no degraden el territorio.
“El Congreso del Comité Interfederacional prohíbe la entrada de empresas mineras” y exige el “retiro inmediato de las maquinarias que desarrollan actividades mineras dentro del territorio Shuar y Achuar.”
Comité Interfederacional Shuar-Achuar
Estalla el conflicto en la Federación Shuar
La conflictividad generada desde aquel 8 de julio de 2023 llegó, luego de 8 meses, a su afrenta más atrevida a inicios de marzo de 2024, cuando el presidente de la FICSH, David Tankamash, apareció sorpresivamente junto al presidente de Ecuador, Daniel Noboa, y los empresarios de Lowell-Solaris, en la más importante convención minera del mundo (PDAC-2024).
A su retorno de Canadá, le esperó al presidente Tankamash una asamblea de destitución, con la firma de 26 presidentes de asociaciones para alcanzar la mayoría legal. Sin embargo, esta destitución no fue acatada por el directorio de Tankamash. Ante ello, nueve asociaciones convocaron a otra Asamblea para elegir nueva directiva, en la que resultó electo como presidente el líder histórico y legendario defensor de su territorio, Domingo Ankuash, una autoridad moral al interior del territorio, así como reconocido a nivel nacional e internacional.
Esta nueva decisión de las bases, en su resistencia a ser entregadas a las mineras y perder su territorio y forma de vida, llegó en abril pasado a su punto más crítico: la nueva directiva, liderada por Domingo Ankuash, no permitió la realización de la asamblea convocada por la directiva del destituido Tankamash al interior de la sede, ante lo cual se prepararon para resistir un ingreso violento. El 12 de abril por la mañana los dirigentes de COICA, Marco Martínez (shuar) y Silverio Grefa (kichwa), también dirigente del Consejo de Gobierno de CONFENIAE, fueron agredidos por las personas convocadas por el presidente Tankamash, al punto de arrebatarles violentamente su insignia de autoridad.
Tras esta agresión, los seguidores de Tankamash atacaron la sede en Sucúa para tomarla a la fuerza, sin lograrlo, pero dejando varios heridos por piedrazos, varillazos y bombas molotov. También agredieron y robaron el equipo de cámara del comunicador comunitario de Lluvia Comunicación, Yutsu Maiche, tutor de la Escuela de Comunicación para la protección del territorio amazónico, desarrollada con el Comité Interfederacional desde 2023.
Otra consecuencia del ataque a la sede de la FICSH, es que actualmente se vive un estado de tensa calma ante la amenaza de desalojo, dada la complicidad notoria de los organismos estatales con la fracción Shuar que defiende la minería. De hecho, en 2017 el Estado militarizó por 3 meses a la provincia de Morona Santiago. Los noticieros de la provincia fueron prohibidos por decreto de estado de emergencia, sin poder informar siquiera que en plena militarización concesionaron la Cordillera del Kutukú, donde habitan más de cien comunidades Shuar.
La conflictividad social asciende al interior de los territorios invadidos por la minería trasnacional, las familias se dividen y confrontan ante el vil dinero. “El cáncer entró a nuestro territorio” dice Josefina Tunki, primera mujer elegida para presidir el PSHA, quien recibió amenaza de muerte de parte de una autoridad de la minera canadiense en noviembre del 2020, para que no se presentara el reclamo internacional de su organización ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Pero no lograron intimidarla: en marzo de 2024 la OIT dio la razón a PSHA en su demanda contra el Estado ecuatoriano. Sin embargo, ese mismo mes, en medio del contexto de la violencia desatada en la FICSH, la empresa minera Lowell-Solaris firmó con las comunidades de Warints y Yawi una nueva fase de exploración.
Ante la crisis provocada en la nacionalidad shuar, se planteó una solución con la intermediación de las organizaciones madre (CONAIE, CONFENIAE, COICA y Comité Interfederacional). El nuevo presidente de la FICSH, Domingo Ankuash, solicitó a estas instituciones una clara y sana intervención, para que se acaten las resoluciones asamblearias de varias de ellas (CONAIE, CONFENIAE y Comité Interfederacional), respecto de la defensa de los territorios ancestrales y el rechazo a la minería.
Es un tiempo definitorio para el territorio shuar. Por el nivel de intromisión de los intereses extractivistas, pareciera la última batalla. El conflicto no es entre shuar, sino con las trasnacionales mineras que invaden el territorio con la concesión del Estado. Las organizaciones madre son respetuosas de las autonomías de sus hijas pero, al mismo tiempo, les deben respeto a sus dirigentes agredidos y a sus resoluciones asamblearias nacionales y regionales. Parece que esta vez el caso shuar deberá constituirse en ejemplo para tratar estos problemas que aquejan a todas las naciones originarias, desde un lugar orgánico, profundo y transformador, a un problema que no es sólo shuar ni amazónico, sino nacional.
“[…] esta vez el caso Shuar deberá constituirse en ejemplo para tratar estos problemas que aquejan a todas las naciones originarias, desde un lugar orgánico, profundo y transformador, a un problema que no es sólo Shuar ni amazónico, sino nacional”.
Fotografías: Yutsu Maiche / Poder Shuar / Willar TV / Radio Arutam / Nación Shuar del Ecuador, NASHE / Web Solaris Resources.