¿O sea que fuiste a la Biblioteca Pública de la CCE? Te cuento que es una biblioteca distinta. Quienes asisten ya no deben estar “educaditos”, sentados, en silencio, con cara de ya me duermo. No. Cuentan que la Biblioteca se transformó. Nuevas ideas dinamizaron los espacios y puso a la gente que labora ahí, a divertirse mientras trabaja o viceversa. Las niñas, niños y adultos pueden tomar los libros y abrazarse con ellos. La Biblioteca cuenta con mediadores de lectura, esos “abuelos modernos” que nos transmiten con su voz y su cuerpo todas las historias que salen de la inspiración de escritores e ilustradores.
El pasado 16 de septiembre, Alberto Ainaguano se posesionó como Hatun Curaca (gran Líder) de la Ecuarunari, la organización quichua más importante de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, (Conaie).
A diferencia de lo que ladran los medios empresariales de comunicación tradicionales y sus guau-guau de ocasión, sean los Vera, los pelagatos, los cachucheros pauteros, Boniles y demás, Quito recibió con algarabía la llegada de los indígenas y campesinos del país. Obvio, nunca íbamos a ver eso en Teleamazonas o Ecuavisa, ellos tienen otras preocupaciones además sus invitados estrellas son expertos en hablar de vándalos y violentos. La entrada al norte por Calderón y al sur por Cutuglagua fueron recibimientos cálidos: aplausos, gracias compañeros, viva el paro, fuera Lasso, beban aguita, el pueblo no se ahueva, carajo.
El aluvión de La Comuna-La Gasca motivó una serie de discusiones sobre las condiciones en las que se encuentran las laderas pero también toda la ciudad de Quito. El monopolio inmobilliario, la falta de estímulo a la participación ciudadana desde el mismo Municipio, la posibilidad de pensar en el derecho de la ciudad y el derecho a la ciudad, entre otros temas, confluyen sobre la mesa de debate, a la espera de una discusión seria y una toma de decisiones adecuadas.
Paulina Cepeda, arquitecta y magíster en Estudios Urbanos, investigadora (Flacso-Ecuador), nos da unas luces sobre cómo se ve, analiza y entiende a la ciudad.
Al sur de Quito, en la zona de Quitumbe, los socios de la Cooperativa de Vivienda Alianza Solidaria decidieron que la quebrada Ortega que cruzaba su terreno no fuera rellenada, por el contrario, la recuperaron. Ahora es un sitio de esparcimiento para las familias y un ejemplo de que se puede mantener y convivir con una quebrada.
Hace tres meses por la quebrada de El Tejado se desbordaron más de 15 mil metros cúbicos de lodo, que dejaron como consecuencia 28 muertos, 52 heridos, 1 desaparecido y 9 viviendas inhabitables. El suceso pasó, las (in) acciones posteriores son las que preocupan. No solo fue la lluvia, dijeron. No. Por La Comuna y La Gasca, se vinieron abajo la débil gestión de riesgos en Quito y la impavidez como política. Primera entrega.
Hoy, el Ecuador tiene dos medallistas olímpicas con una historia similar a la de cientos de mujeres afrodescendientes refugiadas, ese mérito no ha transferido empatía por las y los refugiados que en este país intentan tener una vida digna, libre de violencia y donde puedan vivir en paz sin ser perseguidos por los grupos delictivos de Colombia.
El parque Julio Andrade, en el centro norte de Quito, es más que un hermoso jardín, un oasis de tranquilidad. Huele a eucalipto cuando se camina por los senderos que serpentean entre collados y macizos de flores.
Quito es una ciudad ruidosa y según un estudio las zonas más ruidosas son el Centro Histórico, La Av. Marín, Av. Morán Valverde, Av. Simón Bolívar, Av. General Rumiñahui y El Inca. Día tras día, se superan los 60 decibeles, el nivel establecido como soportable por la OMS. El desastre sonoro está compuesto por las bocinas de carros, los parlantes ubicadas en las zonas públicas por los locales comerciales, el carro distribuidor de cilindros de gas, entre otros.
Quito ofrece atractivos turísticos, plazas, centros de recreación y mucha historia, sin embargo es una ciudad que no se prepara para los cambios, éstos llegan, se colan y se acomodan como pueden, como un tetrix mal armado.
Marchen señoritos, marchen. Defiendan su clase, sus negocios, su people. Mientras tanto los quiteños, los que la sudan en serio, los menos roque y más San Roques, exigirán que se termine ese circo vergonzoso en el que Yunda, Guarderas, Vaca y demás angelitos, han convertido a la ciudad. Lo único decente que pueden hacer es renunciar ¡todos! Y ahí sí cantaremos, con letra de pueblo y no de nobles: ¡salve oh patria, mil veces, oh patria!
Se fue Yunda. ¡Qué bueno! Llegó Guarderas. ¡Qué mierda! Nada bueno puede salir de esa nueva alcaldía oportunista. Quien hoy se sienta como nuevo alcalde no obtuvo ni 40.000 votos en las últimas elecciones, y hoy ya es el nuevo burgomaestre.