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miércoles, mayo 8, 2024

¡¡¡OTRA VEZ NAVIDAD, MODERNAVIDAD!!!

¡¡¡OTRA VEZ NAVIDAD, MODERNAVIDAD!!!

Por Hugo Palacios (el búho)

María era una noble y solitaria mujer que se la pasaba todo el día navegando en internet. Hasta que un día, mientras chateaba, recibió un mensaje celestial con audio y video en su facebook: “María has sido elegida para que des a luz a un súper bebé…y gratis”.

María se sintió emocionada, y sin pensarlo dos veces le comunicó la buena nueva a su novio, un tal José, quien a pesar de no ser actor se dedicaba a las tablas.  “José, José, te tengo un notición: voy a ser mamá…y sin tu valiosa ayuda, y lo mejor de todo es que después que nazca el bebé, seguiré siendo virgen. Cosas del espíritu santo, mi amor”

José se sintió el más tonto de los tontos, revisó brevemente “el manual del perfecto idiota” para saber a quién echarle la culpa, pero una  llamada a su celular prepago lo tranquilizó: “Hola José, soy el omnipresente, el omnipotente, el omnitodo. No te preocupes por el embarazo de María. Son cuestiones divinas; y a pesar de que todos se burlarán de ti y te llamarán cornudo, no importa, en el futuro serás famoso, saldrás en estampitas, te nombrarán en la Biblia; posarás en el pesebre con la vaquita, con la ovejita, con el burrito sabanero es amigo de José…yo sé lo que te digo…No importa. Lo siento José, tengo que cortar, ya no tengo saldo.”

En vista de la llamada, y para evitar cualquier atentado terrorista, José no tuvo más remedio que llevar a María a la tierra prometida, a los Yuneites Esteites, donde la prensa los esperaba, para cubrir vía satélite, en vivo y en directo, el nacimiento de quien en el futuro sería considerado por la opinión pública, uno de los mejores publicistas de la historia. Durante aquellos días, los futuros padres del niño abrieron su propia página web y recibieron cerca de 20.000.000  de mensajes en su facebook de parte de sus contactos.

Por fin, a la media noche de un 24 de diciembre, la CNN exclamaba: ¡varón es, varón es! Sólo Al Jazeera emitió un breve comunicado en el que afirmaba que realmente se trataba del nacimiento de una niña. Sin embargo, se impuso la razón dominante y lo bautizaron con el tierno y farandulero nombre de Cristopher. Al magno acontecimiento llegaron tres  magnos caballeros con magnos  regalos, quienes habían seguido la estrella luminosa de algún magno shooping. Misteriosamente, en medio del brindis, se coló un viejo bonachón, regordete, vestido de rojo, y que se reía jo-jo-jo. Pronunció un breve discurso sobre la importancia trascendental del éxito en los primeros años de infancia;  volvió a reír jo-jo-jo, no sin antes autonombrarse Padrino de la criatura.

En medio del júbilo general, el recién nacido milagrosamente balbuceó: “pa-pá”. José emocionado preguntó: ¿yo? Y el tierno Cristopher señalando al voluntario Padrino exclamó: No, él. Y así se inventó a Papá No-el.

Finalmente para encenderle una chispa a la vida todos brindaron con Coca- Cola, los magnos caballeros eructaron en inglés, y desde ese día todos  los 25 de diciembre son navidad.

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