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sábado, abril 27, 2024

¿PEDIR PERDÓN POR LA INVASIÓN A AMÉRICA?  Por Atawallpa Oviedo Freire*

Amerindia no necesita que le pidan perdón, necesita dignidad. Y eso lo viene luchando por sí mismo desde hace 500 años y lo seguirá, pues la invasión y el colonialismo siguen latente.

Los monarcas españoles y sus acólitos deben dejar de seguirse golpeando el pecho de que vinieron a salvar a los amerindios y de que gracias a ellos América está incorporada a occidente, como dice el inefable de Mario Vargas Llosa. La prepotencia y arrogancia de algunos españoles y españolizados sigue ahí coleando.

Imposible que tengan la humildad de Canadá, que en un gesto de reparación pidió perdón a los indígenas, de Australia a los aborígenes, de Alemania a los judíos, de Francia a Argelia, de Japón a Corea del Sur, del Reino Unido a líderes caribeños o del Papa Francisco a los amerindios. Lo que sorprende, es que España sí pidió perdón a los judíos sefardíes, cuando lo que hicieron en América fue inmensamente más grave y por qué no con Amerindia. Será acaso por su racismo. La misma razón por la que Alemania se niega hacerlo con Namibia.

En qué lugar del mundo y en toda la historia humana, un conquistador ha ido a salvar a un pueblo o un imperio ha ido a ayudarles a sus vencidos. ¿O van a decir estos españoles fundamentalistas que los romanos les fueron a salvar o ayudar y la expulsión de los musulmanes y judíos luego de 800 años, qué significa?

Quizás a Amerindia le tomé 300 años más expulsar todas las ideas y formas de vida colonialista. No va a expulsar a la gente como hizo la monarquía española con los musulmanes y los judíos, sino las ideas fanáticas como la del atacante de Nueva Zelanda contra los musulmanes, con el argumento de que están invadiendo su tierra, cuando ellos invadieron la tierra de los aborígenes maorí.

Y algo parecido, dice la supremacía de algunos españoles sobre Amerindia, ese es el desplante de algunos, que los hay en todo lado, incluso dentro de los amerindios actuales, y eso también habrá que desecharlo.

La derecha española dice que fueron a civilizar a los amerindios que hacían sacrificios humanos y les mandan a leer la historia. Acaso, ya se olvidaron de que en Hispania los celtas hacían sacrificios humanos. En la parte norte se ofrendaban víctimas a la deidad Ares. En Salamanca celebraban acuerdos sacrificando a un hombre y un caballo. Los lusitanos hacían sacrificios humanos en sus ritos de adivinación.

A las élites españolas no les puede importar el más grande genocidio cometido en la historia humana. Está comprobado que entre el 50 y 80% de la población murió víctima solamente de las “enfermedades blancas”, esto es, unos 50 millones de personas;  esto habla del nivel de vida de los amerindios. Europa era tan pobre, con muchos delincuentes, y su población tan enferma por culpa de las monarquías, que llevaron esa pobreza, avaricia y enfermedades para arrasar con poblaciones enteras. Y algunos, se atreven a decir que llevaron cultura.

La monarquía, a los propios españoles les mantuvo analfabetos, hasta hace 100 años España tenía el 70% de analfabetismo y Mauricio Macri de Argentina dice que gracias a los conquistadores hoy podemos comunicarnos entre los latinoamericanos, sino no podríamos con tantas lenguas diferentes. Entonces, deberían también imponer el español en toda Europa para que se comprendan.

Es el más grande etnocidio que ha vivido la especie humana, destruyeron culturas valiosísimas y saberes milenarios. Los Incas realizaron operaciones quirúrgicas, incluso craneales, como lo demuestran los vestigios encontrados, que evidencian los altos conocimientos de anatomía, de antibióticos, antiinflamatorios que tenían nuestros antepasados.

Asegurar supremacía sobre América, vergüenza les debería dar, pero a la insolencia de algunos les da orgullo. La desventaja de Amerindia fue haberse dedicado a la ciencia y por ello no habían inventado armas sofisticadas de guerra, porque no las necesitaban. En cambio, la ventaja de los conquistadores monárquicos europeos fueron justamente las poderosísimas armas que tenían, con las que sometían al pueblo español y europeo, y a su vez ellos lo hicieron con los amerindios. Como sucede hasta hoy en día. Las armas y la violencia se siguen imponiendo a la ciencia, a la sabiduría, a la sencillez; en cualquier lugar de la Tierra.

El pueblo español, el amerindio y todos los pobres del mundo somos lo mismo. Nuestro único enemigo son los que quieren seguir manteniendo la injusticia histórica. No somos patriotas. No defendemos parcelas. La tierra española es también parte de la Madre Tierra y la defenderemos de tanto fanático, dominador y explotador, que haya en cualquier parte del mundo.

Los mismos que siguen defendiendo el franquismo y todos los horrores de la guerra civil española, son los mismos que siguen defendiendo a los “franquistas” de hace 500 años y los horrores de la invasión de la monarquía española. Si a eso, que pasó hace tan solo 83 años lo acomodan a su antojo, peor a lo que pasó hace más de 500 años.

Son los mismos serviles de los reyes de ahora, que los que han existido en toda la vida monárquica. El que tiene espíritu de siervo o de súbdito lo será siempre en todo y con todos. Son los mismos que en pleno siglo 21 siguen bajando la cabeza y besando las manos de la monarquía. Y dicen que son libres y que apoyan la libertad de mercado, cuando son vasallos del gran capital, del que ellos no poseen y solo se contentan con poner la alfombra roja para poder disfrutar de algunas migajas de los reyes de las corporaciones transnacionales.

Son los mismos que ahora pretenden eliminar o disminuir el estudio o conocimiento de los grandes escritores de Latinoamérica y que cuando quieren hacerse los eruditos dicen: “José” Luis Borges en pleno congreso de la lengua española. Son los mismos que tienen en la penuria a la querida España y que le han hecho el patio trasero de Europa y hacen mofas de los subdesarrollados españoles.

Son los patrioteros, nacionalistas, populistas y tradicionalistas que quieren blanquear la historia a su conveniencia para presentarse como los salvadores y civilizadores de pueblos salvajes, los libertadores de pueblos oprimidos, los portadores de prosperidad y cultura a pueblos atrasados. Ese es su mito y su complejo porque la autoestima de la mayoría de los españoles es bajísima y buscan mecanismos para subirla. La derecha no tiene más que enaltecer sus guerras y violencias para ver si así sube el orgullo español. Como todo el mundo tiene antipatía hacia los españoles monárquicos por lo que hicieron con Amerindia, solo les sale el macho que resalta a los de “La Manada” de hace dos años como a “La Manada” de hace 500 años.

No importa si López Obrador o Pérez- Reverte son “imbéciles” o “sinvergüenzas” o cual es más, luego de que el académico de la RAE hablara de los “bajitos, analfabetos, broncos, sanguinarios y muertos de hambre”. Lo que importa es lo que se sigue diciendo ahora y cómo se sigue actuando y que es con la misma “sandez”, “ridiculez”, y “absurdo”. Y no digo “parvulario”, porque los niños son más inteligentes que la imperioapología y la leyenda blanca de Elvira Roca Barea.

No importa si los inteligentes conquistadores se aprovecharon de las peleas internas o si su inteligencia fue más bien crear confusiones y engaños para que se peleen entre ellos. No importa si su heroicidad derrotó a los atrasados indios o si fueron sus enfermedades las que diezmaron por millones a la población. Lo que importa es lo que ocurrió después de la invasión, lo que ha pasado en estos 500 años y lo que sigue pasando. Sigue el racismo, el clasismo, la xenofobia, el fundamentalismo religioso, por parte de las élites de España y de Latinoamérica, que son las mismas en cualquier parte del mundo. Son los mismos machistas y patriarcales que han dominado y siguen sometiendo a sus mujeres y a sus pobres. Son los mismos fanáticos y fundamentalistas católicos que se pelean con los fanáticos y fundamentalistas islamistas y judíos.

Son los mismos que dicen de la Antigua Roma que es la “madre patria”, la que les impuso su filosofía, su cultura, su idioma y el cristianismo; y eso mismo dicen los serviles de América Latina de España, y eso exigen los españoles que fueron colonizados por parte de la monarquía romana. La Iberia indígena, que tenía sus propias formas culturales y que lo perdieron todo a manos de las élites romanas; son los mismos de la América Indígena que lo perdieron casi todo por parte de los hispanos romanizados. Los amerindios están luchando por defender y revitalizar su cultura milenaria, pero la mayoría de los españoles se rinden a la romanización de España y quieren enterrar definitivamente la Hispania céltica. Y son los que quieren dar clases de historia a los otros pueblos. “¡Anda ya!” Rafael Hernando.

Soy descendiente de españoles y quizás algún ancestro mío hizo barbaridades o majestuosidades con también mis antepasados indígenas, pero no voy a atacarles o defenderles porque sean parientes míos o porque yo también tenga sangre española o porque ellos se hayan quedado o no ido a América. Tengo dignidad y eso no tiene nacionalidad ni cultura ni idioma. Yo no alabo a ningún imperio sea de cualquier tipo de “imperiofobia y leyenda negra”. Yo quiero un mundo sin “imbéciles” y “sinvergüenzas” de derecha o de izquierda, que “escupan más lejos o más fuerte” dentro de la academia. Vivo por una humanidad a los que no nos importe de donde somos, sino que nos veamos como hijos iguales del mismo hogar que compartimos que se llama Tierra y decencia.

*Escritor nacido en Ecuador

 

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