A menos que lo contraten como confesor en Bélgica, el cura José Carlos Tuárez tendrá que sudar la gota gorda para reestablecer su vida laboral. Porque difícilmente la congregación religiosa a la que pertenece podrá pasar por alto la soberbia, la ambición y la torpeza con las que respondió a los llamados de atención que le hicieron a propósito de su fugaz aventura política
CPCCS
A veces es útil desmontar la obviedad con la que ciertas frases trilladas pretenden explicar la realidad. Por ejemplo, afirmar, a propósito de la creación del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs), que el remedio resultó peor que la enfermedad.
Cuius regio, eius religio. En otras palabras, el príncipe impone su religión al pueblo. El latinajo fue acuñado allá por el siglo XVI, a fin de reconfirmar el principio divino del poder político. En esos tiempos, la política era una religión de Estado.
Los objetivos de la consulta popular de febrero del 2017 aún no se han concretado. Por un lado, la cirugía mayor a la corrupción anunciada por el gobierno de Lenín Moreno es un inútil eslogan que no recupera la plata robada, y por otro, el correísmo se resiste a perder su dominio del Estado.
Se cuelan versiones por doquier sobre el cura sin cabeza. El mito reza que fue condenado por cometer actos reñidos con el sagrado oficio. Después de decapitado se puso en pie y vagó atormentado en comarcas ignotas con la cabeza en la mano…
Una de las mayores preocupaciones ciudadanas a propósito de la conformación del Consejo de Participación Ciudadana (CPCCS) definitivo era la calidad y el nivel de formación política de los candidatos. En efecto, durante la campaña fue evidente que la mayoría de los aspirantes no sabían a qué iban; y quienes sí tenían alguna intención oculta tampoco sabían cómo ponerla en práctica.
Cuando escucho a connotados “constitucionalistas” decir que con una consulta o reforma constitucional se puede suprimir una función del Estado como el Consejo de Participación Ciudadana, no puedo más que notar su relación directa con el régimen. Hace pocos año, estos mismos profesionales decían que la única forma de hacer cambios de la estructura del Estado era el camino constituyente.
El actual presidente del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social Transitorio, Julio César Trujillo, falleció hoy, 19 de mayo de 2019, a las 14:40, por complicaciones derivadas de una hemorragia intracerebral grave. Así lo confirmó este organismo.
Tras sufrir un accidente cerebro-vascular severo, Julio César Trujillo, presidente del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social Transitorio, fue ingresado de emergencia este martes, 14 de mayo de 2019, en el Hospital Metropolitano.
El nuevo escenario de gobernabilidad no deja de ser continuidad del precedente, se reconoce muy formalmente el rol de la ciudadanía en diseño e implementación de la política pública, mientras sistema y realidad social reiteran la ficción de independencia estatal con relación a las clases en conflicto.
¿Ha escuchado alguien a alguna prominente figura socialcristiana pronunciarse a favor del voto nulo en la próxima elección del Consejo de Participación (CPCCS)?
Hay aprensión en varios sectores políticos respecto de la posibilidad de que los correístas obtusos se tomen el próximo Consejo de Participación Ciudadano y Control Social (CPCCS). Las respuestas frente a esta eventual amenaza van dese la campaña en contra de ciertos candidatos, tildados de correístas, hasta la promoción del voto nulo.
Lalineadefuego 11 de septiembre 2012 LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA INSTITUCIONALIZADA La historia de la participación y control social dentro […]