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sábado, abril 27, 2024

OTRA INVESTIGACION UNIVERSITARIA EN LA AGRICULTURA ES POSIBLE: ALIANZA ENTRE ACADEMIA Y ORGANIZACIÓN CAMPESINA

Por Arturo Campaña y Francisco Hidalgo *

En fechas anteriores SIPAE (Sistema de Investigación sobre la Problemática Agraria del Ecuador) informo sobre la realización del evento: “Otra investigación universitaria es posible: alianza entre academia y organización campesina para potenciar agricultura familiar – sobre un estudio de caso”, realizado a fines de septiembre en la Universidad Central de Quito[i].

A continuación ponemos en su conocimiento un resumen respecto de la temática tratada:

¿Por qué hablar de “otra investigación universitaria es posible”?, ¿Por qué “otra”?, pues porque consideramos necesario presentar experiencias concretas cuyos sentidos contrastan y se diferencian de las líneas oficiales de investigación académica y universitaria cuya orientación es promover la “propiedad intelectual” y privilegiar alianzas entre el estado y los centros de educación superior con empresas transnacionales y/o con centros con “ranking” (el principal proyecto gubernamental en investigación asume el concepto de “ciudad del conocimiento” y se denomina “Yachay Tech”).

En contraste hemos presentado una experiencia concreta de investigación cuyo eje es recuperar los saberes provenientes de una producción familiar orgánica, sobre la base de una alianza entre la universidad estatal pública y la organización campesina, en un territorio concreto, en este caso la Universidad Estatal de Guayaquil – Facultad de Ciencias para el Desarrollo (con sede en el cantón Vinces – provincia de Los Ríos) y la Asociación de Productores Orgánicos de Vinces.

La investigación que se promueve, cuyo eje es el proyecto “Identificación, caracterización y colección de árboles élites de cacao en Vinces, Baba y Palenque” (Universidad de Guayaquil), apunta a resolver la recuperación de cacao fino de aroma (también conocido como cacao nacional arriba) a partir de los árboles que se preservan en unidades de producción pequeñas y medianas, con extensiones de 3 a 5 hectáreas, bajo un modelo de producción orgánica.

Históricamente la producción de cacao se expande en la zona litoral del Ecuador desde fines del siglo 18 y alcanza expansión a fines del 19 y del 20, donde la oligarquía, bajo el sistema de gran plantación, lo convierte en exportación hacia Europa; pero la crisis internacional de 1929 y a la par plagas sobre la planta, hace que los oligarcas se retiren del cultivo de cacao. El gran capital agroindustrial de la Costa se traslada hacia el monocultivo de banano y recientemente de palma aceitera. Mientras tanto quienes se mantienen con el cultivo de cacao nacional son los pequeños y medianos productores de la zona.

A su vez la organización campesina crece en los años 70 del siglo XX luego de una importante reforma agraria en las zonas del centro de la región litoral, apunta inicialmente a los cultivos de arroz y maíz duro, pero la caída de precios hace que se orienten hacia el cultivo de cacao. La estrategia es una reorientación hacia un cacao fino de aroma que se pueda colocar en mercados europeos para obtener un mejor precio por su calidad.

La producción de cacao nacional enfrenta la amenaza de la creciente expansión de especies híbridas de cacao (variedad CCN51), que pueden alcanzar mayor volumen de producción pero cuya calidad es menor. Si no se logra mejorar la cantidad y calidad de la variedad nacional se pone en riesgo la sobrevivencia de los productores de la zona.

La universidad más grande del país, que es la Estatal de Guayaquil (aproximadamente sesenta mil estudiantes), en los años 80 y 90 despliega esfuerzos a fortalecer extensiones en las zonas rurales de la provincia de Guayas, Los Ríos y otras más; pero las últimas reformas (2010), bajo la orientación de modernización y centralización, apunta a desmontar estas redes de extensión, o cambiarlos a institutos tecnológicos.

La posibilidad de enfrentar los desafíos ante una expansión de cultivos híbridos de cacao, el decaimiento de la producción de la variedad tradicional nacional y los riesgos de un debilitamiento organizativo lleva a generar una alianza entre la Asociación de Productores Orgánicos de Vinces – APOVINCES, y la Facultad de Ciencias para el Desarrollo con sede en la misma ciudad de Vinces, para desplegar una estrategia conjunta.

Se diseña un programa de investigación y producción cuyo eje es recuperar con los campesinos e investigadoras/es universitarios aquellos árboles élites de cacao tradicional, presentes en las unidades productivas de los pequeños y medianos productores de la zona, y con los mejores ejemplares generar una colección de plantas registradas in situ en las fincas campesinas, y a la par susceptibles de ser reproducidas a gran escala en la finca de experimental de la Universidad.

Pese a los escasos recursos, de la organización y la universidad, el proyecto empieza a dar resultados positivos en los años 2013 y 2014, lo que permite la consolidación de la organización pues eso posibilita garantizar una producción orgánica, y afirma un trabajo de investigación en la Universidad.

Pero la orientación de la oficina de secretaria nacional de educación superior, el ente rector a nivel estatal, de cerrar las extensiones universitarias en las zonas rurales, amenaza con paralizar este importante esfuerzo.

La recuperación y difusión de esta experiencia se da también gracias a la articulación con dos proyectos de investigación: por un lado de la Universidad Central del Ecuador denominado: “Estudio de las estrategias de las organizaciones campesinas en la producción”; y por otro de SIPAE y la Fundación Rosa Luxemburg denominado: “Potencialidad del modelo autónomo campesino: investigación y capacitación”.

Destacamos el trabajo concreto de las siguientes investigadoras: Ing. Gardenia Gonzáles – profesora coordinadora del proyecto, y las tesistas Betzabeth Santillán y Elba Miño, quienes en su trabajo lograron catalogar 180 árboles élites, en alrededor de 30 unidades productivas campesinas ubicadas en la zona de Vinces, Baba y Palenque de la provincia de Los Ríos.

La experiencia presentada da pie para reflexionar sobre el sentido que otorga perspectiva científica a una investigación cuyas preguntas y objetivos surgen de la alianza entre organización campesina y universidad pública. ¿Dónde lo que aparecería como experimentación técnica se transforma en reflexión y respuesta científica? (De hecho varias veces a las investigadoras, los evaluadores del estado les habían dicho: “pero lo que ustedes hacen corresponde a un instituto tecnológico, no a una universidad”). Respondemos que está en la raíz de lo que motiva esta alianza: la sustentatibilidad de las sociedades campesinas y de los ecosistemas; construir un horizonte firme para quienes viven en los territorios campesinos, las generaciones presentes y futuras. Investigan y a la par apuntan a una agricultura orgánica y diversificada. Y digámoslo en condiciones adversas: la amenaza de cierre de la facultad de desarrollo por provenir de una extensión, y proyectos universitarios con presupuestos exiguos y entrecortados. Lo que se ha logrado avanzar es gracias al profundo compromiso de investigadores y la organización campesina.

También da pie para reflexionar críticamente sobre los sentidos de la estrategia gubernamental ¿Dónde está el “cambio de la matriz productiva” que se pregona?, pues los estudios en territorios constata que sigue siendo la continuidad de un patrón de acumulación rentista y extractivista. El sentido lineal apunta a la reproducción en monocultivo de cacao hibrido, que es entregado a intermediarios ajenos a los intereses campesinos. O el control sobre el cacao nacional lo tiene el propio estado. Meros productores de materias primas, una vez más.

Cuando de lo que se trata es de construir una forma de producir distinto. Recuperar un cacao tradicional, cuya fortaleza están en el saber campesino, pero que además el modelo productivo sea definido por los propios productores e incluye ser parte directa en las fases de innovación, producción e intermediación, con beneficios hacia la propia asociación. Es necesario ir construyendo otro modelo de producción donde el control este con los campesinos, sus saberes y sus territorios.

*  Dr. Arturo Campaña – Director de SIPAE, Msc. Francisco Hidalgo – Investigador de SIPAE

[i] El evento fue posible gracias al auspicio de: Facultad de Ciencias Agrícolas, Carrera de Sociología de la Universidad Central del Ecuador, Facultad de Ciencias para el Desarrollo de la Universidad de Guayaquil (sede Vinces), Asociación de Productores Orgánico de Vinces – APOVINCES, Fundación Rosa Luxemburg y Proyecto de Investigación: “Estrategias de las organizaciones campesinas en la producción: estudios de caso” (DGI – UCE ), Proyecto “Identificación, caracterización y colección de árboles élites de cacao en Vinces, Baba y Palenque” (DIPA – U.G), Proyecto “Potencialidad del modelo autónomo campesino: estudios de caso” Sipae y Fundación Rosa Luxemburg.

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